viernes, 15 de julio de 2016

Parar y mirar ante los paros.

Paros, protestas y marchas son temas que han sido una constante en Colombia siempre. Cada día nos despertamos con una noticia nueva que involucra a varios sectores de la sociedad que están en paro. Luego se habla de las negociaciones, las cuales duran días y hasta meses y finalmente se levanta la huelga. Sin embargo, está claro que dichas negociaciones difícilmente llegan al punto clave para que estas inconformidades no vuelan a presentarse, ¿Culpa del gobierno o de los sindicatos? Quizás de ambos.

Hace unos meses atrás publicábamos en redes sociales imágenes dándole apoyo a los profesores, diciendo que eran nuestros héroes por enseñarnos día a día nuevas cosas que nos formarían para la vida. Luego de esto se unieron trabajadores, sindicatos de bancos y otras empresas quejándose de sus terribles condiciones laborales. Hace unas semanas, gritábamos porque el trabajo de los campesinos se respetara, para que dejaran de pasar por encima de aquellos que nos alimentan. Ahora estamos en medio de un paro camionero, intentando pedir por aquellos que dedican su vida a viajar por carretera transportando productos  para surtir el país y con condiciones extremas.

Foto recuperada de:
http://elpilon.com.co/wp-content/uploads/2016/06/paro-agrario.jpg


Nos preguntamos si eso sólo pasa en Colombia, o si existen otros países en los que puedan presentarse estas inconformidades. Luego de compadecernos un tiempo, nos damos cuenta de que la corrupción va de lado y lado. El gobierno no hace lo suficiente, no le interesa pues no es algo que signifique dinero para ellos. Y los sindicatos, por otra parte suelen exigir demasiado al saber que tienen un respaldo legal poderoso. De diferentes bandos, pero al fin y al cabo, sólo pensando en sus intereses.

Evidentemente hablamos de situaciones distintas. Por un lado se encuentran personas con ingresos económicos no muy altos que quieren progresar y para ello necesitan esforzarse demasiado, pero que suelen ser utilizados por sus corruptos jefes de los sindicatos.  Mientras que por el otro lado hay congresistas con salarios que casi llegan a los 28 millones, políticos poderosos, el presidente de la república y los “pobres” ministros que por lo general, traen la corrupción en sus venas.


Imagen recuperada de:
https://accionmasreaccion.files.wordpress.com/2012/09/sindicatos-y-patronal.jpg

Si todos estos paros continúan, todo el país saldrá afectado. No habrá educación para instituciones públicas, no habrá suficientes trabajadores en las empresas que los requieren, no tendremos alimentos provenientes del campo (Casi nada) los precios irán aumentando más y seguirá el desabastecimiento. ¿Todo por qué? Porque el beneficio de unos pocos es capaz de pasar sobre la mayoría del país, porque nos cegamos ante realidades que se encuentran en nuestras narices y ante las que podemos exigir, ¡y lo más importante! Porque a la mayoría no les interesa. Estoy segura de que puedo ir a preguntarle a un chico de mi edad las razones y consecuencias del paro camionero, y sé que prefiere que le hable de algún bar y no le arruine su día (Aunque habrá quienes sepan y opinen). Puede que muchos adultos me den la respuesta y sus posiciones, como puede que muchos me digan que no es un tema que tenga que ver con su trabajo y por lo tanto no están informados.


Si realmente estamos cansados de tanta prensa amarillista, de ver todos esos casos de abuso de la autoridad, de tantas situaciones terribles en nuestro país, etc.  la forma de protestar no es apagar el televisor e ignorar lo que pasa tras las paredes de nuestra casa. El primer paso es dejar la indiferencia, elegir buenos gobernantes y exigir que los derechos de todos sean respetados, sin comerle cuento a cualquiera, sino analizando ambos bandos. No digo que salgan a marchar, ni que vivan, respiren y coman únicamente este tema, pero creo que las redes sociales deben servir para algo más que publicar su situación sentimental, al igual que todos los medios de comunicación que están a nuestro alcance. Es necesario parar y mirar más allá.